#DeleteFacebook ¿Qué debemos aprender?
#DeleteFacebook ¿Qué debemos aprender?
Me da risa porque Elon Musk dice que no sabía que es eso de Facebook, que no sabía que sus empresas Testa y SpaceX tenían página allí y que haría #DeleteFacebook inmediatamente… me imagino diciendo esto a manera de diversión y ver como un líder digital ve a su “competencia” en serios problemas, como si “jugaran un video juego”. Interpreten mis comillas. En el fondo no creo que le desee lo peor a Mark Zuckerberg porque ambos comparten el liderazgo tecnológico que los hace ganar score en cada una de sus consolas. Creo más bien que ambos se hacen falta para seguir pensando como “programar” a los humanos en este juego de estrategia digital mundial.
Facebook está pasando por una crisis, una gran crisis que llama al #DeleteFacebook masivo debido a un “uso indebido” de los datos de millones de personas. El caso se abrió porque una empresa llamada Cambridge Analytica uso los datos para sus estrategias de comunicación política y sácata, ganó Trump. Todo el caso lo pueden leer en el New York Time con detalle, Google también está viralizado de este caso y la etiqueta #DeleteFacebook agarra vuelo. Ha dejado de ganar millones de dólares y sus acciones se vienen en picada. Diría Mark: “¡Oh!, necesito más vidas”.
¿Qué originó esta crisis de Facebook para que el mundo convoque a un #DeleteFacebook masivo?
El caso se viraliza porque hay muchas explicaciones que dar, aunque Mark Zuckerberg asuma toda la responsabilidad públicamente. Un fulano llamado Aleksandr Kogan, un ruso-estadounidense por cierto, montó una aplicación para hacer un “test de personalidad” a quienes quisieran, esta aplicación permitía obtener valiosísima data de quien la respondiera, pero además, capturaba información de las personas amigas. ¿Qué tal? Obviamente al tener toda esta información detallada y organizada, un matemático, tranquilamente puede aplicar ciertas formulitas para predecir cómo y qué harían un grupo de humanos si se les envía un mensaje así o “asao”. ¿Me explico?
Estos son los “nuevos” experimentos que los matemáticos, con los algoritmos y nosotros, al estilo de mi serie favorita Black Mirror, estamos ensayando. Véanla, es imperdible.
Las reacciones a cada mensaje de este grupo de personas fueron grabadas y analizadas ¿para qué? Para optimizar el mensaje y “reconfigurar” (cambiar) la manera de pensar de cada humano sometido al experimento. Lo estoy explicando en palabras sencillas para que todos entendamos. Si no entiendes algo, pregúntame en los comentarios. Por todo esto es la “bravura” de muchos jóvenes de Silicone Valley, porque están usando sus inventos para manipular la mente de los humanos y sacar provecho indebido. Por eso el llamado a #DeleteFacebook.
Christopher Wylie, quien ayudó a fundar Cambridge Analytica y trabajó ahí hasta finales de 2014, se refirió de este modo a los líderes de la empresa: “No les importan las reglas. Para ellos, esto es una guerra y todo se vale. Quieren librar una guerra cultural en Estados Unidos”. “Se suponía que Cambridge Analytica sería el arsenal de armas para combatir esa guerra”.
Miren lo que hicieron con Facebook para generar esta crisis y el #DeleteFacebook:
Prácticamente “leyeron” las mentes de los votantes. Hicieron experimentos en países del Caribe y África, donde las reglas de privacidad eran nulas.
Financiaron el proyecto con 5 millones de dólares para sondear a los votantes y probar los mensajes psicográficos en la carrera electoral.
Para crear perfiles psicográficos a una escala nacional, se necesitaban datos. Las firmas tradicionales de investigación analítica utilizaban los registros de las listas de votantes y los historiales de compras de los consumidores para intentar predecir las creencias políticas y el comportamiento de los votantes.
Sin embargo, ese tipo de registros no servían para saber si un votante particular era, digamos, un introvertido neurótico, un extrovertido religioso, un liberal imparcial o un fanático de lo oculto. Estos eran algunos de los rasgos psicológicos que, según la firma, iban a proporcionar un mecanismo poderoso y único en su tipo para diseñar mensajes políticos.
¿Cómo crearon los perfiles psicográficos?
Wylie encontró una solución en el Centro de Psicometría de la Universidad de Cambridge. Los investigadores del centro habían desarrollado una técnica para mapear los rasgos de personalidad con base en lo que les había gustado a las personas en Facebook. Los investigadores pagaron a los usuarios una pequeña cantidad para hacerles una prueba de personalidad y que descargaran una aplicación, la cual tomaría una parte de la información de sus perfiles y los de sus amigos, actividad que Facebook permitía en aquel entonces. Según los científicos, la estrategia podría revelar más sobre una persona de lo que sabían sus padres o sus parejas románticas, una afirmación que ha sido rebatida.
Wylie encontró a alguien que lo haría: Kogan, quien en ese entonces era profesor de Psicología en la universidad y conocía las técnicas. Kogan creó su propia aplicación y en junio de 2014 comenzó a recolectar datos para Cambridge Analytica. La empresa cubrió los costos —más de 800.000 dólares— y le permitió mantener una copia para sus propias investigaciones, de acuerdo con correos electrónicos y registros financieros de la compañía.
Lo único que Kogan divulgó a Facebook y a los usuarios –en letras pequeñas– fue que estaba recopilando la información por motivos académicos, de acuerdo con la red social. La empresa no verificó la afirmación de Kogan, quien se negó a proporcionar detalles de lo que había sucedido, pues citó acuerdos de confidencialidad con Facebook y Cambridge Analytica, aunque mencionó que su programa era “una aplicación muy inocente para Facebook”.
Finalmente, proporcionó más de 50 millones de perfiles brutos a la firma. De esa cantidad, casi 30 millones contenían información suficiente, incluidos lugares de residencia, para que la empresa pudiera ligar a los usuarios con otros registros y así crear perfiles psicográficos. Tan solo unos 270.000 usuarios —los que participaron en la encuesta— habían dado permiso explícito para que reunieran sus datos por medio de la aplicación de Kogan. Tomado del New York Times.
¿Qué tal? Es fascinante esto. Si no borran los datos, la gente hace #DeleteFacebook de forma masiva a nivel mundial.
¿Qué hacer ante esta crisis de Facebook y el #DeleteFacebook mundial?
Lo vengo diciendo desde hace mucho tiempo: todos estamos siendo grabados, todos estamos siendo vigilados, por Google, Facebook, YouTube, por todos, hasta por las web que hace cualquier programador. Esto es indetenible, esto es como lo que hacen los gobiernos a través del pago de impuestos. Con esa data ellos saben cuánto nos ganamos, cuántos nos gastamos y en qué nos gastamos nuestro dinero. Saben con quién nos casamos, saben quiénes son nuestros hijos, saben todo. Esto no es nada nuevo, ni debe sorprendernos porque lo primero que te pregunta una red social al registrarte es si deseas compartir tus datos y ¿qué les respondes? Ni lo lees, pero lo más sorprendente es que los gobiernos nos saben manejar la data aún.
Los humanos vamos a seguir entregando nuestra información a los algoritmos, nadie va a poder parar eso. Esa es una realidad y no tiene vuelta atrás. Da miedo pero es así.
Ante este comportamiento de los humanos; la sociedad, los líderes y las empresas son las que deben estar preparadas para gerenciar este “destape loco” de los humanos. ¿Cómo? Deben desarrollar mecanismos para saber quiénes son ellos y qué quieren ellos y vuelvo a preguntar ¿Cómo?.
Una crisis mundial que apunta a Facebook invitando al #DeleteFacebook necesita mentes brillantes
Y los líderes de la sociedad, gobiernos, empresas e instituciones no están preparados, están creyendo que el cambio viene y resulta que el cambio ya llegó.
La transformación digital de la sociedad, de las organizaciones, de la vida de los humanos, de las instituciones y hasta de las lavadoras, neveras, TVs y miles aparatos (por lo de Internet de la cosas, ese es otro rollo tremendo) ya está en proceso y los líderes apenas empiezan a abrir los ojos y sino algunos están jugando a tuitear, a hacer stories y más aún en destruir el poco avance como sucede en Venezuela.
El proceso de transformación de digital es inminente e indetenible. Es una responsabilidad, tan simple como que tú, empresario, dueño de negocio, mamá, papá, gobernador, alcalde, ministro y presidente deben detenerse a mirar, casi como si fuera el botón de la bomba atómica, la tecla enter y el resto del teclado.
The Matriz no es ficción, es realidad.