Por qué decidí interpelarme
Interpelar significa exigir explicaciones sobre un asunto, especialmente si se hace con autoridad o con derecho.
Estaba en Río de Janeiro. Parado ante 18 mil personas para dar una conferencia de estrategias digitales. Siempre antes de una presentación, todos, estamos nerviosos. El miedo es un buen indicador de compromiso. Me gusta la emoción. Ese día fue un día revelador porque ante esas 18 mil personas, este señor estaba en la nada. No sentía nada. Luego de un esfuerzo y hacer una dinámica en vivo, la corriente llegó a mi nuevamente pero al terminar me dije: algo no está bien en mi. Debo saber qué es. Aquí me interpelé.
Un amigo de acá de Buenos Aires me comentó de este programa de liderazgo y me dijo: “Jose, deberías hacerlo” Yo lo miré y le dije, envíame la info. Allí estaba el flyer. Un día caminando por las calles de Buenos Aires me dije: Y porqué no. Y fui y me senté allí. Dándole una orden a mi mente para que se abriera a experimentar otra forma de abordarme. No tenía idea de dónde me estaba metiendo. Pero lo decidí y allí comenzó un viaje a mi mente, a un disco duro lleno de información que ni idea que sabía que estaba allí. Ni idea de una cantidad de herramientas que tenía y no sabía que tenía.
Recuerdo una de las dinámicas que no puedo contar por confidencialidad. Yo dije, no puedo hacer ese ejercicio, yo no tengo un propósito para poder ir por objetivos, muchos menos por metas. Ese fue un momento importante en mi mente. Sincerarme. Allí empezó mi programa de liderazgo desde esta óptica. Claro que podía hacerlo, crear un propósito, objetivos, metas y play, vamos por ellos. Pero ya no quería seguir haciendo las cosas por hacerlas. Quería saber qué pasaba en mi mente. Quería saber cómo recuperar la emoción. Una necesidad grande de descubrir más de mi.
Hacer uso de la interpelación hacia mi mismo fue fundamental para empezar a desarticular una configuración en mi mente que estaba y está allí y sigue conmigo pero con la gran diferencia que descubrí otros caminos neuronales, otra manera de accionar para hacer otras cosas. ¿Con miedo? Si. ¿Con incomodidad? Si y mucha. ¿Con una “batalla” hacia mi mismo? Si.
Adopté la interpelación como parte de mi vida. Cada vez que me interpelo es como abrir una puerta que da a Narnia. Me lleva a otro mundo. Otra parte de mi mente. A otras experiencias que me permiten en primer lugar ser, para luego hacer lo que vaya a hacer, con la emoción elegida para tener lo que quiera.
Jose
La foto es una de las 50 presentaciones de stand up que he hecho en el bello Buenos Aires