La planificación estratégica de contenidos convierte el desperdicio en insumo
Como mi vida transcurre dentro de Internet, he visto mucho sobre cómo hacerlo bien y cómo hacerlo de manera improvisada. Casi todas las marcas o personas que sigo son planificadas. Siempre me mantienen conectados, es más, procuro buscarlas si no me salen en mi feed. Ellas me hacen falta y llegar a ese nivel es declarar amor por ese contenido.
Seguramente podría concluir que han sido maestras para mi en cuanto a llevar una red social y yo un improvisado con la mía, pero el asunto es que en el hecho hay una cantidad de elementos creativos, organizativos y de planificación alrededor de ellas.
Podría decir, la publicación de contenidos y la publicación estratégica de contenidos son similares. Las dos tienen un punto de origen que es la creatividad. Todos estamos creando contenidos. De calidad o no, pero estamos creando. A ver, la planificación estratégica de contenidos tiene tácticas que hacen que ese contenido permanezca en la mente del humano que lo consume. Si te digo que visites el perfil de una cliente que vende alimentos nutritivos muy buenos, los cuales publica en sus redes, pero a su vez vemos post de sus macotas, todos los platos de comida en sus restaurantes favoritos y sus fotos en la playa, seguramente no la vas a recordar y es contenido. Ahora, si te digo que veas la cuenta de @influencersinthewild, que llega a más de 3 millones de seguidores, un fuerte engagement, con videos improvisados y de baja calidad. También es contenido, pero regido por un plan estratégico que hace que mucha gente se vaya sumando. A esta si la vas a recordar.
Hay una gran diferencia entre publicar contenidos de manera estratégica y el hecho de publicar por publicar contenidos. La mente graba la marca que le agrega valor, que le entrega contenido enfocado, que hace que su mensaje sea coherente y se olvida de las cuentas donde el contenido es una gran variedad de distracción.
Los contenidos estratégicos son como las buenas historias. Un buen contenido integra una serie de elementos y los combina para “tatuar” la mente de quien los lee. Hay un motivo por el que un escritor se toma su tiempo hasta decir “lo tengo”. Los buenos escritores releen, miran, analizan, revisan, limpian, cambian y releen nuevamente. Inclusive, a veces desechan todo lo realizado. ¿La razón? A veces no conecta.
Cuando mis clientes quieren tener un plan de publicar por publicar, les pido que se pongan en el lado de sus seguidores y reciban este contenido cada vez que la marca se los entrega. Estoy señalando el hecho de tener dos, tres o cuatro publicaciones al día de ellos sin que agregue valor, sin que sorprenda, sin que lo lean hasta el final. Obvio, la persona haría scroll. Cuando los que generan contenidos no logran que la mente del seguidor active el interés, hormonas, químicos o impulsos eléctricos, se ven obligados a irse.
Cuando las marcas atomizan a la gente con contenido no relevante, no planificado, los seguidores se ven en la tarea de tratar de entender y es cuando se genera el rechazo.
La acción siguiente es hacer scroll. Hasta conectar con un nuevo contenido, quizás, de otra marca.
¿Por qué tantas marcas publican contenidos incoherentes en vez de contenidos hilados? Porque no saben cómo diseñar una estrategia de contenidos. En muchos casos, están seguros de que ese contenido le va a interesar a su comunidad.
Esa es la razón por la necesitamos un plan estratégico de contenidos, estructurado, organizado. El punto focal de cautivar con los contenidos es mantener la coherencia, la creatividad, el ritmo, la empatía, la agregación de valor y la emoción, para lograr dejar nuestra marca en la mente de nuestra comunidad.