Cómo generar más energía y aprovechar el tiempo
Todos tenemos la misma cantidad de tiempo. Y por por lo general esto no es suficiente para lidiar con todas nuestras responsabilidades. En este post te presentaré un resumen del libro El poder del pleno compromiso de James Loehr, Jim Loehr. Estos autores demuestran que la clave para lograr objetivos y rendir al máximo no radica en la administración del tiempo sino en algo mucho más poderoso: la administración y el balance de la energía para ser una persona realmente eficiente y contribuir con tu trabajo, tu familia y todos sus objetivos.
Tienes que aprender a evaluar y entender tus niveles de energía. Aquí te presentaré de dónde surge y cómo puedes cultivarla para comprometerte al máximo en todas tus actividades. Lo importante es entender cómo alinear nuestros niveles de energía con tiempos de calidad y de esta manera maximizar todos tus resultados. Nuestro cuerpo y nuestra mente están ligados de manera natural, a un funcionamiento oscilatorio es decir que no puedes tener un pico de energía durante todo el día.
Tenemos una cantidad limitada de energía y para lograr los mejores resultados tienes que saber cómo utilizar y cómo llenar este tanque. Un balance entre intensa actividad e intenso descanso te dará el equilibrio que necesitas para rendir al máximo. El objetivo es que logres entrar en un ritmo de períodos completamente ocupados y luego períodos estratégicamente desocupados.
Para que puedas vivir una vida de alto rendimiento tienes que entender estos dos principios: demasiada actividad sin recuperación lleva al agotamiento y demasiada recuperación sin actividad lleva a la atrofia.
Siguiendo este ciclo la actividad intensa se realiza en periodos de 90 minutos. Aquí es donde descargas toda tu energía. Aquí es donde tu concentración, tu enfoque, tu resistencia y tu creatividad se encuentran en su mayor punto. Esta progresión tiene que estar acompañada de un descanso intenso durante 20 minutos. Tu cuerpo y tu mente necesitan tiempo de descanso y recuperación en donde puedas renovar tu energía.
El autor de este libro descubrió este principio al observar a sus clientes principalmente los tenistas profesionales habían jugadores que resaltaban de manera sorprendente. Sin embargo no entendía qué era lo que los diferenciaba. Separó a estos clientes en dos grupos, los de alto rendimiento con grandes logros y los de bajo rendimiento con resultados mediocres. Ambos grupos contaban con grandes habilidades atléticas todos estudiaban estratégicamente el juego del tenis y le dedicaban aproximadamente la misma cantidad al entrenamiento diario. No había ninguna diferencia aparente.
Después de meses de análisis se pudo por fin observar qué era lo que los diferenciaba. Los jugadores exitosos oscilaban entre cada punto y cada set. Se desconectaban, se sentaban, bajaban sus hombros relajaban su cuerpo y se quedaban viendo al vacío. Después de esto estudiaron los ritmos cardíacos de estos jugadores y se dieron cuenta de esto: de manera consciente o inconsciente los jugadores de alto rendimiento habían integrado momentos de reposo absoluto en donde su energía se renovaba y podían ingresar a cada punto con mayor potencia. En conclusión es en este punto en donde reside la fundamental ventaja del grupo de alto rendimiento. Saber cuándo estar plenamente comprometidos y cuando estar plenamente en recuperación.
Ahora que sabes lo importante que es manejar tu tanque de energía tienes que entender de dónde surge este libro. Presenta una fuente de energía dividida en cuatro partes cada una siendo una fuente particular que hay que aprender a desarrollar y renovar.
La primera es la energía física. Es decir todo lo que está ligado a tu cuerpo, tu alimentación, tu salud, tu condición física, tus periodos de sueño.
La segunda es la energía emocional es decir todo lo que está relacionado con tus emociones, tu inteligencia emocional, tu estado emocional durante el día, tu relación con emociones negativas.
La tercera es la energía mental es decir todo lo relacionado con tus capacidades cognitivas, tu concentración, tu retención, tu creatividad, tu autocontrol.
Y la cuarta es la energía espiritual es decir todo lo que está relacionado a tu propósito en la vida tus valores tus ideales tu misión y tu contribución.
Cada quien tiene que evaluarse de manera individual en este diagrama. Si tu nivel en algún cuadrante es bajo tú eres el único responsable de aumentarlo. Una evaluación honesta de tu situación actual te dará las herramientas para saber qué es lo que tienes que trabajar para estar completamente comprometido durante tu día, tienes que estar energizado físicamente, conectado emocionalmente, enfocado mentalmente y alineado espiritualmente con un propósito más elevado que tus propios intereses.
La energía física es nuestra fuente más evidente de energía sin este tipo de energía no podríamos hacer absolutamente nada. Si estás todo el tiempo cansado probablemente tengas que elevar esta energía. Existen tres pilares para elevar tu energía física:
El primer punto es el ejercicio y la respiración. Trata de hacer alguna actividad física por lo menos 30 minutos al día. Salir a trotar siempre es una buena opción en cuanto a la respiración, haz ejercicios para respirar profundamente que te permitan expandir tu capacidad pulmonar.
El segundo punto es dormir bien. Prepara un ritual antes de ir a la cama que te ayude a dormirte más rápido y aliviar todas las preocupaciones del día. Para un adulto lo ideal es que pueda descansar entre 7 y 8 horas.
El tercer punto es nutrición saludable durante un día come de 5 a 6 pequeñas porciones de comida saludable y toma dos litros de agua al día. Entre mejor te nutras, duermas bien y cuides de su cuerpo con ejercicio más energía física tendrás a tu disposición.
La energía emocional está ligada a todas las emociones que experimentamos durante nuestro día. Para que puedas rendir a tu nivel óptimo tienes que desarrollar la capacidad de acceder a tus emociones positivas. El sentir entusiasmo, interés y alegría te permitirá elevar tu energía emocional. En cambio las emociones negativas que están ligadas a una inestabilidad tóxica por ejemplo miedo, preocupación o ansiedad pueden afectar negativamente este tipo de energía. Las emociones positivas que generas alimentan todas tus actividades. Si tu estás lleno de emociones negativas puedes notar que te están drenando.
Lo que tienes que hacer es comenzar a:
- Explorar qué actividades puedes integrar a tu día que te hagan sentir bien o feliz
- Programar estas actividades y hacerlas de manera disciplinada
- Ejecutarlas de manera diaria para elevar tus emociones positivas
- Si no funciona regresa al paso número 1 y vuelve a buscar nuevas actividades
Estos pequeños momentos donde te irradias de emociones positivas y son esenciales para renovar tu energía emocional. La energía mental está relacionada a la habilidad para concentrarse 100%. Lo estás haciendo para poder entrar a un estado de completo compromiso. Tienes que desarrollar la habilidad de estar atento. Esta capacidad de enfocarte como un rayo láser en lo que quieras, cuando quieras y la cantidad de tiempo que quieras. La concentración es una de las habilidades más importantes que puedes desarrollar. Si te distraes fácilmente o simplemente te cuesta mucho trabajo poner atención significa que tienes que aumentar tu energía mental.
Este simple ejercicio requiere disciplina. No es sencillo para nuestra mente concentrarse en un objeto durante 10 minutos. Sin embargo tú mismo comenzarás a notar que al hacer diario este ejercicio podrás elevar tu energía física, tu energía emocional y tu energía mental. Comienza a entrenar a tu mente para poder concentrarse en lo que tú deseas.
Para terminar, este libro define la energía espiritual simplemente como la fuerza que te lleva a la acción. Esta energía es la motivación que te lleva a actuar de una manera en particular. Podrías tener toda la energía física, toda la energía emocional y toda la energía mental sin embargo sin un propósito definido tendrás dificultades para mantener tus acciones durante el tiempo. Mucha gente se cuida físicamente y tienen un buen trabajo. Sin embargo la motivación es esporádica, al no tener un sentido de propósito es extremadamente difícil contar con una motivación constante. ¿Cuál es la razón por la que te levantas todos los días? ¿Qué es lo que hace que salgas de tu cuarto? Entre más clara y precisa sea tu respuesta más fácil podrás navegar en esta vida. Cuando tienes una razón para existir cuando tienes una visión final tan elevada que en toda tu vida nunca alcanzarás es en ese momento cuando encuentras tu propósito.
Los autores definen que la energía espiritual proviene de dos fuentes: tu propósito en la vida y los valores que te componen. Encontrar estos dos elementos en tu vida no es tarea sencilla, a lo mejor toma meses o años. Sin embargo los autores de este libro desarrollaron un ejercicio para acelerar el proceso y encontrar tus valores. Haz este ejercicio con toda honestidad y apertura.
Busca un momento de tu día donde nadie te moleste y enfócate en indagar en tu propia mente. Imagina el final de tu vida. Estás recordando todo lo que viviste ahora. Piensa en las tres lecciones más importantes que aprendiste y describe por qué son tan importantes. Luego piensa en la persona que más respetes, una persona que realmente admires y describe las tres cualidades que más te impresionan de esta persona. Tercero, describe qué tipo de persona eras cuando estabas en tu mejor versión. ¿Qué virtudes proyectaba en tus mejores momentos? y por último, piensa en tu lápida. ¿Qué te gustaría que estuviera escrito en ese pedazo de piedra¿, ¿Cómo te gustaría ser recordado?
Este ejercicio puede parecer difícil y lo es. Estas preguntas son complicadas de responder. Pero para elevar tu energía espiritual y reconectar con tu propósito y tus valores, tienes que cuestionarte profundamente estos elementos. Para recapitular después de múltiples evaluaciones ya sabrás qué tipo de hábitos tendrás que formar para elevar tu energía y recuerda las cuatro fuentes de energía física: tu energía física, tu energía emocional, tu energía mental y tu energía espiritual.
En relación a lo que observes en tu propia vida comienza a programar rutinas poderosas durante tu día. Apunta qué es lo que vas a hacer, cómo lo vas a hacer y para qué lo vas a hacer. Notarás que este simple ejercicio que consiste en escribir tus objetivos en un diario te permitirá comprometerte a un nivel más profundo con tus rutinas, establecer hábitos poderosos que alimentan tus fuentes de energía y seguir caminando hacia una calidad de vida más elevada.
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Fuente: Full Percepción